Celebraciones del 12 de octubre en Estados Unidos: Día de Colón y Día de los Pueblos Indígenas
En los Estados Unidos, el 12 de octubre ha sido tradicionalmente conmemorado como el Día de Colón (Columbus Day), una festividad federal establecida en 1937 bajo el mandato del presidente Franklin D. Roosevelt. Esta celebración rinde homenaje al navegante Cristóbal Colón, quien llegó al continente americano en 1492 al servicio de la Corona española. Desde finales del siglo XIX, comunidades italoamericanas habían promovido la figura de Colón como símbolo de integración y orgullo étnico, lo que llevó a su institucionalización nacional.
No obstante, en las últimas décadas, un creciente número de estados, municipios y comunidades indígenas ha comenzado a sustituir esta conmemoración por el Día de los Pueblos Indígenas (Indigenous Peoples’ Day), con el propósito de reconocer el impacto negativo de la colonización europea en los pueblos originarios de América y honrar su resistencia, diversidad cultural y legado histórico. Este cambio responde a una revisión crítica de la historia y a un esfuerzo por visibilizar narrativas que durante siglos fueron silenciadas o ignoradas en el discurso oficial.

Las celebraciones del 12 de octubre actualmente varían considerablemente según la región del país. Mientras que en estados como Nueva York, Nueva Jersey o Rhode Island se siguen organizando desfiles en honor a Cristóbal Colón, especialmente en comunidades con fuerte presencia italoamericana, otras jurisdicciones como California, Minnesota, Oregón, Alaska o el Distrito de Columbia han sustituido total o parcialmente esta festividad por eventos que ponen en valor la historia, cultura y derechos de las naciones originarias.
Tabla de contenidos
- El Día de Colón en Estados Unidos
- El Día de los Pueblos Indígenas
- Eventos y manifestaciones en apoyo de los Pueblos Indígenas
- La evolución de la celebración en el contexto moderno
El Día de Colón en Estados Unidos
El Día de Colón fue proclamado fiesta nacional en 1937, aunque su celebración se remonta a 1892, cuando el presidente Benjamin Harrison promovió una conmemoración del 400.º aniversario del viaje de Colón. Desde entonces, ha sido asociado principalmente con comunidades italoamericanas, que encontraron en esta figura un modo de reivindicar su pertenencia a la nación estadounidense en un contexto de discriminación étnica.

Durante décadas, se organizaron desfiles patrióticos, ceremonias religiosas y discursos cívicos que exaltaban la “hazaña” de Colón como símbolo de la exploración, el descubrimiento y la expansión occidental. El desfile de la Quinta Avenida en Nueva York es uno de los más emblemáticos del país y sigue atrayendo a miles de personas cada año, promovido por asociaciones culturales italianas.
Sin embargo, desde mediados del siglo XX, académicos, activistas y líderes indígenas comenzaron a denunciar las consecuencias devastadoras del proceso colonizador iniciado en 1492: genocidio, esclavitud, desplazamientos forzados, pérdida de territorios y destrucción de culturas nativas. En este contexto, el Día de Colón empezó a ser cuestionado por legitimar una visión eurocéntrica y violenta de la historia de América.
El Día de los Pueblos Indígenas
El Día de los Pueblos Indígenas fue celebrado por primera vez en Berkeley (California) en 1992, como una respuesta crítica al 500.º aniversario del «descubrimiento» de América. Desde entonces, más de 130 ciudades y al menos 20 estados han adoptado esta conmemoración de manera oficial. En estados como Dakota del Sur, se celebra bajo el nombre de Native American Day desde 1990, mientras que otros, como Maine, Nuevo México o Virginia, lo han institucionalizado más recientemente.
El objetivo central de esta festividad es reivindicar la historia, la supervivencia y las contribuciones de los pueblos originarios de lo que hoy es Estados Unidos. Lejos de una mirada nostálgica, el Día de los Pueblos Indígenas busca generar conciencia sobre el colonialismo interno aún vigente y apoyar las luchas actuales por el reconocimiento cultural, los derechos territoriales, la autonomía política y la preservación de las lenguas y tradiciones nativas.
En ciudades como Seattle, San Francisco, Denver o Minneapolis, las celebraciones incluyen rituales tradicionales, música indígena contemporánea, danzas ceremoniales, ferias artesanales, actividades educativas y foros comunitarios. También se abordan temas como el cambio climático, la soberanía alimentaria o la violencia estructural contra mujeres indígenas.
Eventos y manifestaciones en apoyo de los Pueblos Indígenas
El 12 de octubre, muchas comunidades indígenas organizan marchas, vigilias, talleres y eventos culturales que sirven tanto como actos de conmemoración como de protesta. En ciudades como Nueva York, Washington D.C. o Albuquerque, miles de personas se movilizan cada año exigiendo la abolición oficial del Día de Colón y su reemplazo por una conmemoración más justa e inclusiva.
Entre las demandas más recurrentes destacan la restitución de tierras ancestrales, el fin de los proyectos extractivos en territorios indígenas, la desmilitarización de reservas, la justicia ambiental y el acceso equitativo a salud y educación. Estos eventos también suelen incluir testimonios de líderes tribales, mesas redondas con académicos y campañas de sensibilización organizadas por universidades, museos y ONGs aliadas.
En el ámbito educativo, numerosas instituciones han comenzado a revisar sus currículos de historia para incluir perspectivas indígenas y críticas al colonialismo, así como a renombrar edificios o monumentos dedicados a figuras coloniales. Este esfuerzo busca no solo reparar simbólicamente el pasado, sino fomentar una ciudadanía más informada y empática respecto a la diversidad originaria del país.

La evolución de la celebración en el contexto moderno
La disputa en torno al Día de Colón refleja una transformación profunda en la conciencia histórica de Estados Unidos. Aunque sigue siendo un festivo federal —celebrado el segundo lunes de octubre desde la Ley Uniforme de Días Festivos de 1971—, cada vez más gobiernos locales deciden no observarlo o lo reemplazan por el Día de los Pueblos Indígenas. Este cambio ha sido impulsado tanto por el activismo indígena como por una nueva generación de estadounidenses más crítica con el relato tradicional.
En 2021, el presidente Joe Biden se convirtió en el primer mandatario estadounidense en emitir una proclamación presidencial reconociendo oficialmente el Día de los Pueblos Indígenas, marcando un hito simbólico en la política nacional. A pesar de ello, el debate continúa abierto, especialmente en estados donde el legado de Colón sigue siendo defendido como parte de la identidad cultural.
El avance del Día de los Pueblos Indígenas no implica la negación de la historia europea en América, sino su contextualización crítica, reconociendo que el “descubrimiento” también supuso el inicio de un proceso de dominación, despojo y violencia para los pueblos originarios. La expansión de esta conmemoración representa, en definitiva, un paso hacia la justicia histórica, la memoria plural y la reconciliación intercultural en el marco de una sociedad diversa y democrática.